«El Cremosito del Zújar»: Un Queso Extremeño con Historia

Imagínate viajar a Campanario, un pintoresco pueblo en la Comarca de la Serena, Badajoz, donde la tradición quesera cobra vida. Aquí, nace «El Cremosito del Zújar», un queso excepcional con una rica historia. Este queso es el fruto de un sueño compartido por un grupo de apasionados pastores, quienes se unieron con el propósito de mantener una tradición quesera y agregar valor a sus explotaciones ganaderas. Estos incansables ganaderos no solo respetaban a sus rebaños, sino que también amaban su doble papel como pastores y queseros. Siempre se esforzaban por alcanzar la excelencia en todo lo que hacían, transmitiendo su pasión, conocimientos y valores a las generaciones posteriores.

«El Cremosito del Zújar» rinde homenaje a estos intrépidos extremeños que dedicaron sus vidas a conservar lo que nos hace únicos: nuestro patrimonio cultural, gastronómico y natural. La elaboración de este queso contribuye a preservar las tradiciones de una comarca, como el pastoreo, la trashumancia, la crianza de la raza autóctona de oveja merina y la fijación de la población en la España rural, todo ello con un firme compromiso con la protección del medio ambiente.

Lo que hace que «El Cremosito del Zújar» sea excepcional es que se elabora exclusivamente con la leche de ovejas merinas de nuestras propias explotaciones. Estos rebaños pastorean en un entorno impresionante pero desafiante, caracterizado por estepas despejadas y la presencia de pizarras dispersas entre los exuberantes pastos de primavera.

La receta de «El Cremosito del Zújar» incluye leche cruda de oveja merina, cuajo vegetal natural obtenido de los pistilos de la flor del cardo «Cynara Cardunculus» y sal común. Este queso se elabora y madura siguiendo métodos tradicionales, con un periodo mínimo de maduración de 60 días. Al final de este proceso, el queso presenta tres tipos de textura distintos:

1. Textura Muy Blanda: Casi fluida o licuada, esta variedad se caracteriza por ser increíblemente suave, adherente y fundente. Su corteza es fina y delicada, y su maduración se extiende a lo largo de 2 meses.
2. Textura Blanda: Esta versión es cremosa y untuosa, con una suavidad excepcional, adherencia y un fundido delicioso. Su corteza es más firme y estable, lo que la convierte en la famosa «Torta Asentada». Esta variedad madura durante 3 meses.
3. Textura Dura: En esta etapa, el queso alcanza una dureza al corte y pierde su capacidad de untuosidad, convirtiéndose en un queso duro con una curación que supera los 12 meses.

«El Cremosito del Zújar» es una joya culinaria que celebra la riqueza de la tradición quesera extremeña y se ha convertido en un símbolo del compromiso con nuestras raíces y el medio ambiente. Descubre la autenticidad y la pasión detrás de cada bocado de este queso excepcional.